Ejercicios guiados: para reconectar con tu placer y tu cuerpo
Esta guía nace para acompañarte en el proceso de volver a ti. Son ejercicios simples, pero profundamente simbólicos: pequeños rituales para habitar el cuerpo con presencia, y reconocer los deseos que guían tu vida.
No necesitas experiencia, solo curiosidad. El cuerpo sabe: la respiración, la palabra y la atención son las llaves para escucharlo. Haz cada ejercicio con calma, sin prisa por llegar a ningún lado. Este espacio es solo para ti.
Respiraciones pélvicas: volver a tu raíz
Cierra los ojos y lleva tus manos al bajo vientre. Inhala por la nariz, sintiendo cómo el aire viaja hasta la pelvis. Exhala por la boca, lento, dejando que todo se ablande: el abdomen, los muslos, la mandíbula. Imagina que cada respiración abre espacio adentro, y poco a poco ve guiando tu energía a tu garganta, luego a tu pecho, a tus pulmones, y por ultimo a tu vulva. Trata de con cada inhalación sentir gratitud, amor y empatía, siente como la energía activa tu piso pélvico y analiza, ¿qué es lo que te hace sentir?
Hazlo durante algunos minutos, sin buscar nada. Solo escucha el movimiento que nace ahí, en la raíz. Respirar desde la pelvis es una manera de recordarle a tu cuerpo que estás viva, que estas presente, reconociendo las frecuencias de amor y deseo que hay moviéndose dentro de ti.
Diario del placer
Para hablar de placer, primero hay que reconocerlo, invítalo a tu cotidianidad. Este ejercicio es para empezar a identificar el placer en tu vida, darle espacio. Por lo que, te invitamos a cada día escribir una línea: “hoy sentí placer cuando…”. Puede ser una caricia, un rayo de sol, una conversación bonita o una comida rica.
Cuando lo nombras, cultivas un jardín interno. Vas entendiendo qué te enciende, qué te calma, qué te nutre. Ese mapa de sensaciones se convierte en un ecosistema que define cómo quieres vivir y de qué deseas rodearte. El placer necesita espacio, pero también observación. Y escribir es una forma de abrirle la puerta.
Conectar con tu vulva
¿Ya has visto tu vulva? La mayoría de las mujeres evitamos ver y conectar con nuestra vulva de una forma intima por la vergüenza sistémica que viene al reconocernos como mujeres sexuales. Es por eso que ver y conectar con tu vulva es crucial para mandar a la chingad* a todos los que dicen que no podemos o debemos. Es por eso que aquí en La Chocha, te invitamos a buscar un momento de intimidad y VER TU VULVA. Puedes mirarla frente al espejo o simplemente tocarla con curiosidad, sin prisa, sin juicio. Observa sus formas, sus tonos, su temperatura. Es un paisaje único: ahí vive tu historia, tu deseo y tu fuerza. Respira y repite para ti: “te veo, te agradezco, te honro.” y hasta si quieres: ponle un nombre.
Este ejercicio no es sobre erotismo inmediato, sino sobre reconocimiento. Escuchar a tu vulva es una forma de reconectar con tu poder, con lo que sientes, con lo que te mueve. Permítete verla como lo que es: una parte viva, sabia y sagrada de ti.
